El proceso de divorcio suele pensarse como un camino complejo y de larga duración. Comúnmente existen muchas diferencias entre ambos cónyuges, motivos que conducen a que ponerse de acuerdo sea un arduo y difícil objetivo.
Previo a la reforma del Código Civil y Comercial de la Nación, para solicitar el divorcio, el/los cónyuges debían anunciar y expresar los motivos por los cuales querían llevarlo adelante. Luego de la reforma legislativa, no fue necesario que ninguno de ellos exprese motivo.
Hoy en día, la solicitud de divorcio se puede hacer de varias formas: Uno de los cónyuges puede hacerlo unilateralmente (siempre con un propuesta reguladora previa), ambos se pueden poner de acuerdo y solicitarlo conjuntamente, o bien, existe una modalidad que resulta ser muy novedosa y expedita, que comúnmente se denomina “divorcio express”, donde ambos deciden mediando patrocinio letrado único, es decir, un abogado que representa a ambas partes, llegan a un acuerdo conciliador y equitativo para avanzar con la correspondiente presentación judicial.
Para cualquiera de las modalidades mencionadas, será necesario contar con una Propuesta de Convenio Regulador que equilibre las pretensiones de las partes, ya que, en caso de no llegar a un acuerdo, uno de los cónyuges deberá compensar económicamente al perjudicado.
El divorcio es el fin de un ciclo, pero también el comienzo de otro. Encararlo con sabiduría y sensatez siempre será la mejor opción.
Dr. Barbieri Sargiotti Nicolás, asesoramiento jurídico personalizado para particulares y empresas.